jueves, 27 de marzo de 2008

El AmOr PeRfEcTo










SER MADRE, es una ACTITUD de cobijo, compasión y consagración al poder ilimitado del AMOR universal. Virtud guardada o manifestada en el escenario cotidiano de nuestra vida, amén de situaciones externas. Discernir que, también somos extensión mágica de lo femenino del cosmos, detona nuestro potencial de hijos e hijas de la LUZ y el AMOR. ¡¡¡ Clic mágico !!! que aviva en nuestro interior, la alegría de amarnos y amar mas allá de formas, emociones, afectos, circunstancias. Sabiduría misteriosa de nuestro segundo nacimiento a la unidad del Espíritu, esta vez, en brazos de nuestra Madre universal.

El espíritu que con - tiene el amor maternal, co - crea la devoción sagrada hacia la obra que el aquí y el ahora universal nos concede; acuna la creación sin limites. Maria, Quan Ying, entre otros, rostro materno del Dios universal, símbolo del valor venido del amor que trasciende el mundo de lo físico, de las casualidades y parentescos.

Nuestro Dios - Padre - Madre - Espíritu no condiciona a un mundo regido por concepciones humanas, la divina plenitud universal de ejercer, en total entrega, nuestra APTITUD y ACTITUD de SER ¡¡¡ Madres eternas !!!

Con infinito amor universal.
Unidad santa de lo materno y paterno del SER

















FUENTE: http://www.actosdeamor.com/

DALAI LAMA

El Dalai Lama, líder espiritual de los tibetanos destaca el valor básico del amor maternal para el desarrollo de un niño en una entrevista con jóvenes, a quienes también advirtió de que el odio "se come nuestro sistema inmunológico".

El Premio Nobel de la Paz visitó ayer la mayor aldea infantil SOS de Europa, situada en Hinterbrühl, a unos 30 kilómetros de Viena, donde fue entrevistado durante media hora por cinco de los niños que viven allí.

Cuestionado por los niños sobre los recuerdos de su infancia, el líder budista contó que creció "bajo un máximo de afecto maternal", y aseguró que ese cariño es lo que más necesita cualquier niño.

Su madre, dijo, era muy cariñosa, y cree que gracias a esa profunda experiencia de su infancia, hoy toda su personalidad mantiene muy presente la compasión infinita que pretende compartir con los demás.

A la pregunta de si el ser humano es bueno por naturaleza, el Dalai Lama dijo sonriente: "sin duda alguna, la verdadera naturaleza humana es la bondad desde el primer momento. Nuestra vida comienza por el afecto de la madre o un personaje parecido que nos tiene el mismo cariño".

Los científicos descubrieron que los niños en sus primeras semanas de vida necesitan básicamente el amor de la madre y el contacto con ella, por ello una persona que vive en este amor es más sana, más feliz e incluso físicamente se encuentra bien, añadió.

A la pregunta sobre de dónde toma esa serenidad que irradia, el Dalai Lama dijo riéndose: "primero, de mi madre,... realmente siento que sin tanto afecto de mi madre, tal vez hoy sería diferente".

"Cuando me encuentro con una persona desconocida, siento ante todo que podría ser un amigo de muchos años, es el mismo ser humano que yo,... así que por donde quiera que vaya, siempre siento que soy uno de vosotros", añadió.

Finalmente, recomendó a los jóvenes que aprecien, ante todo, las relaciones afectuosas, porque así van a tener muchos amigos siempre.

"Quien tan sólo piensa en el trabajo y en su subsistencia material, siempre se sentirá solo", advirtió el Dalai Lama.

El líder espiritual del Tíbet felicitó a esa aldea infantil, que visitó ya una vez, en 1973, por el cincuentenario de su fundación y saludó con particular cordialidad a Carina Harrer, la viuda del alpinista austríaco Heinrich Harrer, autor del libro "Siete años en

Tibet", quien fue su maestro en sus años de juventud.

Las Aldeas Infantiles SOS representan la organización no gubernamental más importante jamás fundada para niños (huérfanos), y muchos niños del Tíbet se han beneficiado también de ella, dijo.

Las relaciones entre esa institución y el Dalai Lama se remontan a los años 60, cuando ya les unía una amistad muy estrecha con el fundador de las Aldeas Infantiles SOS, el austríaco Hermann Gmeiner.

Inspirado por Gmeiner, el líder de los tibetanos fundó poco después de su huida de Tibet dos organizaciones dedicadas a los niños de su patria.

En 1971 fue erigida la primera Aldea Infantil SOS en Dharamsala, al norte de India, donde se había asentado un gran número de refugiados y donde el Dalai Lama tiene su sede en el exilio.

Hoy en día, más de 7.000 niños huérfanos o que fueron separados de sus padres han hallado allí acogida permanente, otros 6.000 niños y jóvenes tibetanos son atendidos en guarderías o colegios patrocinadas por él, añadieron fuentes de las Aldeas Infantiles SOS austríacas.

A partir de esta tarde el Dalai Lama participa en el Encuentro Waldzell que se celebrará, a puerta cerrada, durante tres días en la abadía de Melk y donde se reunirá con una serie de personajes destacados para un intercambio de opiniones sobre "La búsqueda del sentido de la vida".

Por deseo expreso suyo, se entrevistará allí con un renombrado representante del islám, el rector de la Universidad Al Azhar de El Cairo, Ahmad Al-Tayyib.

Con este motivo, el fundador de este Encuentro resaltó la importancia del diálogo entre las religiones, porque "la lucha de los integristas contra los tolerantes en las religiones mundiales nos afecta a todos de forma masiva".
















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